Tercera lectura

El olvido que seremos es la novela más conocida del escritor colombiano Héctor Abad Faciolince nacido en Medellín en el año 1958. Se trata de una novela publicada en 2005 en la que nos cuenta la vida de su padre Héctor Abad Gómez, un médico que luchó por los derechos humanos en Colombia y fue un firme defensor del acceso universal a la salud. Fue asesinado por grupos paramilitares en el año 1987. Recalcando en su relación y como su amor le ha acompañado. Toda su vida. El título está extraído de poema de Borges que tenía en el bolsillo el día que lo asesinaron. Tras la adaptación cinematográfica realizada por Fernando Trueba en el año 2020.

La novela gráfica, nos relata en primera persona la vida del padre del novelista y la relación que mantuvieron durante los años que les dejaron y como su recuerdo ha permanecido a su lado. Pero también es la historia de un hombre que luchó por la justicia y la libertad del pueblo colombiano. Por defender esa libertad fue asesinado un hombre bueno, honrado y honesto. En el olvido que seremos la historia familiar del novelista. Que se crió en una casa en la que convivían su padre y el resto de la familia. En las páginas dedicadas a narrar esta intimidad familiar, donde descubrimos a una familia que, pese a tener una vida marcada por varias desgracias, nunca dejaron que la venganza y la ira dictaminará su existencia posterior. Un retrato muy humano y honesto que ve potenciado por la expresividad de las acuarelas de Alba, que dotan de vida a cada uno de los miembros de la familia, lo que hace que suframos con y por ellos.

La obra mezcla el retrato familiar más íntimo con una radiografía de la sociedad colombiana de finales del siglo pasado, un país en el que se entremezclaban las luchas sociales con el cristianismo más retrógrado liderado por una cúpula de la Iglesia que, en contra de lo que predicaba Jesús, estaba empeñada en mantener a los pobres más pobres. Leyendo la vida de Héctor parece increíble que querer erradicar las enfermedades, la pobreza y las injusticias sociales le convirtiera, como a tantos, en alguien a eliminar.

Algo a decir sobre esta novela gráfica es que quizás ha abusado en exceso del texto, lo que provoca que algunas veces no sea necesario ver los dibujos para comprender la historia. Quizás hubiera sido posible haber usado algunas de las herramientas narrativas que permite el cómic, pero al ser una novela narrada en primera persona pienso que se hubiera perdido la enorme carga emocional, que es lo que convierta a esta historia en algo perdurable.

Como conclusión es una novela la cual a mí me entretuvo a pesar de que se me hizo cargada por lo dicho sobre que veo mucha abundancia de texto en las palabras. Los dibujos me parecen bonitos y con buen estilo, además tiene una buena paleta de colores. Lo recomiendo si os gustan las historias familiares e incluso que van más allá.


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